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10 de May de 2010 — Granada Hoy (Actual, Arte Hoy) La armonía de las cosas

Autor/a: Jesús Arias

Ha vuelto a Granada como siempre soñó que podría hacerlo algún día: como pintora. La artista granadina Pepa Cortés Fernández muestra en su exposición Raíces los cuadros en los que ha estado trabajando durante los últimos años y que ahora pueden contemplarse hasta el próximo día 30 en la sala Abdart, en la calle San Jerónimo. Impresionismo de alto voltaje y la influencia del gran Sorolla se pasean por las paredes de la galería de la mano de esta artista autodidacta.

Pepa Cortés muestra a lo largo de las 30 obras que exhibe una enorme intuición creativa y una gran pasión por el arte, algo que cultivó a lo largo de toda su vida pese a las zancadillas del destino. "Tuvimos que irnos a Palma de Mallorca en el año 1966 como emigrantes", recuerda ahora. "Esta exposición es para mí como el regreso a Granada, como la vuelta a mis raíces, de ahí el título de la muestra. Tenía muchas ganas de volver y exponer en mi ciudad. He cumplido con un sueño de hacía mucho tiempo".

La pintora no pudo dedicarse a su gran pasión hasta que sus cuatro hijos no estuvieron crecidos. "Comencé a dedicarme de lleno en el año 1975", comenta, "y desde entonces no lo he dejado nunca".

Casi todas las obras que cuelga en la galería Abdart son de corte impresionista y tiene a Granada como principal referente. "Todas son recuerdos, añoranzas de mi tierra, la manera de suplir la nostalgia".

Las obras denotan una gran maestría y mucha autoexigencia personal, también mucho pulso con los grandes maestros de la pintura española. Incluso con aquellos que las vanguardias de ahora consideran en desuso, como Julio Romero de Torres. "Sorolla y Julio Romero de Torres son mis grandes influencias, mis grandes maestros. Especialmente Sorolla", comenta.

"Estoy muy emocionada porque esta es la primera vez que expongo en Granada, en mi ciudad", señala. "En Palma de Mallorca sí he realizado bastantes exposiciones, pero nunca lo había hecho en mi tierra".

La Alhambra ha sido uno de los motivos que más le han servido como inspiración para su obra, según explica. Era la forma de retener a la ciudad en su memoria. Ella considera un poco de la escuela de nuevos pintores marroquíes, como Rachid Hanbali o Mohamed Morabet quienes, a su vez, encontraron su línea en el pintor granadino Mariano Bertuchi, fundador de la Escuela de Arte de Tetuán. Sus cuadros son de un fuerte impresionismo basados en gentes y paisajes con poderosos estallidos de color.

"Lo que ahora me hace una tremenda ilusión es poder regresar a Granada con una nueva muestra", comenta Pepa Cortés quien, en las Islas Baleares, tiene buenos contactos con todos los pintores, desde los más 'clásicos' hasta la familia Barceló. Para Cortés, el arte no consiste en seguir determinadas vanguardias ni modas, sino expresar la riqueza personal que cada artista pueda llevar dentro.

La Alhambra, los jardines, el agua de las fuentes, la luminosidad de la primavera restallan en sus cuadros casi como ténues susurros. Son obras temporales, alejadas de las rencillas artísticas y llenas de esa verdad que siempre tienen los autodidactas, su intacta sencillez, la armonía de sus cosas.

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